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"Decía con elocuencia el hoy poco recordado líder radical Moisés Lebensohn...
"el jaqueo a las reformas de Yrigoyen fue implacable. Constituyó la expresión despiadada de una clase que se aferra al statu quo y permanece insensible ante los padecimientos del pueblo y de la nacionalidad. El daño inferido al desarrollo nacional surge de la sola enunciación de los proyectos orgánicos de Yrigoyen, frustrados por la oposición legislativa”
“Desde el Senado y la Cámara de Diputados, desde la prensa y la judicatura, desde las posiciones llave del mundo económico y de la ‘inteligencia’, la oligarquía le combate (a Yrigoyen) acerbamente... Nueve décimas partes del periodismo lo ataca con saña, le zahiere, le tuerce sus palabras y retuerce sus propósitos.”
Pero desde el punto de vista económico resulta interesante el rechazo a cuatro de sus proyectos de ley principales: la creación de un Banco de la República; la de un Banco Agrícola; la reforma del régimen tributario, en especial la implementación del impuesto a los réditos; y la imposición de derechos a la exportación. Parece que estuviéramos hablando de temas coyunturales pero no es el caso. En 1917, el ministro de Hacienda de Yrigoyen, Domingo Salaberry, propuso la conformación de un Banco de la República sobre la base de capitales estatales y la garantía por parte de la Nación de todas sus operaciones. No era el Banco Central de 1935 con mayoría de capitales privados –resultaba más parecido a la reforma que hizo Perón en 1946– aunque tenía todas las funciones de un banco de ese tipo: desde emitir moneda y hacer redescuentos hasta regular los cambios y las tasas de interés. La intención era practicar políticas contracíclicas regulando la cantidad de dinero y de crédito para que no escaseara en épocas de iliquidez ni sobrara en coyunturas de auge. Pero el Senado rechazó el proyecto y, en cambio, en 1927, ya con Alvear en la presidencia, se aprobó la reapertura de la Caja de Conversión, por la cual presionaban los intereses agroexportadores a fin de detener la revaluación del peso que se había producido debido a una reactivación coyuntural de la economía. El retorno a una tasa de cambio fija impulsaba de hecho una devaluación de nuestra moneda. Pero la medida resultó un fracaso y el propio Yrigoyen, de nuevo en el gobierno en 1928, tuvo que cerrar la Caja frente a la fuga de capitales hacia Wall Street impulsada por el auge previo a la crisis mundial que estallaría en octubre de 1929.
El mismo destino adverso para Yrigoyen tuvo en 1919 un proyecto de impuesto a los réditos..."
La nota termina asi:
"...La “mesa de enlace” de esa época, expresada en las organizaciones agropecuarias, puso el grito en el cielo y la sensible mayoría conservadora en el Senado se opuso en bloque. Frente a tanta oposición, que le impedía gobernar, Yrigoyen presentó en el Congreso, en 1921, un proyecto de ley que sometía a la Corte Suprema la posibilidad de dirimir esta cuestión basado en los términos de la misma Constitución, que permitía al Poder Ejecutivo dictar las leyes necesarias para ejercitar los poderes concedidos al gobierno de la Nación. Ese proyecto fue igualmente rechazado por la mayoría del Senado. Como señala una autora refiriéndose al impuesto a la renta: “la oposición, durante aquellos años, estuvo sistemáticamente en contra de otorgar a su adversario político mayores recursos financieros que pudieran dar autonomía a sus propuestas” (A. Montequin, en revista Ciclos N° 9, 1995). Dime qué historia te cuentan y te diré quién eres."
Pero esta vez hay una diferencia: despues de la implosion del 2001 en Argentina no ofrecen explicitamente alternativa concreta alguna y nadie cree -ni sus loros amaestrados- sus engaña-pichanga abstractos saturados de fundamentalismo de mercado. La nota completa esta aqui
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Cuando vi la nota pensé lo mismo y la colgue de un blog sobre economía al que contribuyo.
ResponderBorrarEl tema me parece es como no caer en esta polarización pro-anti que solo rebaja los posibles debates y las construcciones superadoras.
Saludos Cordiales.
Si mal no entiendo a Laclau (La Razón Populista) La polarización es inevitable en los contextos populistas y tanto el Partido Konservador Popular y el Partido Elitistas Reaccionarios Fracasados Rejuntados recurren a la polarización. Los primeros denunciando a una oligarquia que ya no existe (y escondiendo a la que existe con la que estan en contubernio) los segundos con sus delirios al que han agregado la boludez de "fachoprogresismo".
ResponderBorrarQue "la derecha" de la mesa de enlace y compania recurra al populismo puede parecer un delirio pero se vio claro en el 2008 y la 125.
Laclau lo explica asi