martes, diciembre 25

El pastor evangelico

El 24 viajé en colectivo a pasar la navidad con mi familia. Faltando una hora para llegar mi compañero de asiento -uno de los mas prolijamente vestidos del colectivo- me pregunta "¿que esta leyendo?". Le digo que el libro gordo que habia terminado era una cronica de viajes de 1828 de un frances que anduvo por Corrientes y que el que leia en ese momento era "La Razon Populista" de Laclau. Luego me dice "¿y usted siempre lee libros importantes?" a lo que yo le contesto, "leo de todo, estos libros no son ni mas ni menos importantes que otros, son libros nomas..."

Fue casi lo ultimo que dije. A partir de ahi me conto su vida, que habia sido pobrisimo, que sus padres -chilenos como el- habian terminado con artritis y desvalidos despues de una vida dedicada al trabajo en el sur frio y humedo de Chile, que el habia decidido no le iba a pasar eso. "Fui delincuente, robe y me dedique a contrabandear armas de Argentina a Chile..." despues me conto como se habia convertido en evangelista cuando la cocaina lo tenia de mal en peor y lo curo dios en una casa humilde de Bariloche a la que se habia arrimado atraido por una cancion religiosa.
Despues me empezo a recitar parrafos de memoria de la biblia, a ningunear la inteligencia humana (ciencia, arte, pensamiento, racionalidad etc) y durante una hora disfruto de la piedad del ateo que tenia a su lado quien le presto atencion todo el tiempo con respetuoso silencio y pedidos de aclaracion cuando el ruido no me dejaba entenderlo bien.

Ya llegando me dice "si no es por el Señor ¿porque no podriamos ser delincuentes, asesinos, cualquier cosa?", era demasiado, habia salido de los testamentos para meterse con lo social y politico, ¿iba a consentir por omision?. No. Le digo, "yo no creo en "El Señor", no aprecio ese libro que dicen tiene su palabra y sin emargo no soy un delincuente y creo que soy una buena persona, hay muchisimas razones por las cuales se puede ser una buena persona sin creer en dios ni ser religioso, se lo digo porque conozco de que hablo, es mi caso"

Siguio hablando un poco y llegamos. Mi hijo estaba en el anden mirando hacia adentro esperando verme con una sonrisa radiante y luminosa. Era emocionante ver su felicidad. Quise compartir esta emocion con mi compañero evangelico y le dije "aquel con la sonrisa luminosa de oreja a oreja es mi hijo" creo haber escuchado que dijo "ah..." y salio raudo a predicar en la plaza. Se habia desconectado de mi. ¿Se habia conectado conmigo o solo habia sido yo un objeto de evangelizacion a quien le daba un mensaje "del señor" enlatado?. ¿Que diran sus evangelios acerca de considerar a las personas como recipientes que hay que llenar con palabras del señor?.

Con el milenio, la amenaza del calentamiento global, la crisis economica etc han proliferado estas personas que hacen culto de la pobreza de espiritu y desprecian la inteligencia (pero no sus frutos materiales claro) ¿podran hacer daño si hacen numero suficiente o sera bueno que se refugien en sus lecturas y egos y se alejen de los asuntos mundanos?, me inclino a creer que no. Pat Robertson y los neocons es ilustran el punto.

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