jueves, octubre 13

Bauman y el limite de la modernidad y el amor líquido

Estoy leyendo un libro de Zygmunt Bauman. Mas allá de que lamento que la relación literatura/ensayo es muy grande empecé a sentir una FORTÍSIMA disonancia entre la "liquidez" del mundo que ve don Zygmunt Bauman en nuestro planeta y la "solidez" de las acciones imperialistas mas propias del siglo XIX que del XXI. ¿De que modernidad líquida me habla?



¿A que viene Boticelli?. Viene a que en El Correo de la Diáspora Latinoamericana encontré Modernidad líquida, elites sólidas por Pepe Escobar (que cada día escribe mejor y se perfila como un Robert Fisk latino del cercano, medio y lejano oriente) donde dice

Todo lo que es sólido no se convierte en aire
Poco después me encontré almorzando en Milán con mi amigo Claudio Gallo, editor de noticias del exterior del periódico La Stampa. ¿Quién iba a decir que lo que comenzó como una conversación corriente sobre la Guerra Líquida se convertiría en una condena total de la modernidad líquida?
Gallo, un fino intelecto piamontés con un fondo filosófico, lanzó un misil Hellfire a nuestra conversación. Hablábamos sobre la actual atmósfera de impotencia y furiosa pasividad en todo el mundo atlantista y el hecho de que todas las grandes identidades (política, religiosa, cultural) que habían conformado la gloria de Europa habían sido aplastadas. Todo lo que quedaba era lo que el maestro sociólogo Zygmunt Bauman había definido como Modernidad Líquida .

Bueno, no realmente, dijo Gallo. Se trataba de una «fábula» vendida a la gente para convencerla de que toda resistencia es fútil: «En realidad, los centros del poder económico, la superclase que representa más o menos el 1% de la humanidad, todavía razonan según las categorías del viejo mundo sólido y estructurado, en el cual la causa y el efecto alternan según su mecánica inexorable. Para las masas la modernidad líquida es una realidad, pero su ineluctabilidad no es otra cosa que la ideología del poder global. »
Por lo tanto estamos en un mundo que « piensa » en fogonazos de imágenes, no en procesos del pensamiento ; un mundo permeado por la propaganda, que puede ser fácilmente plegable y controlable. Y mientras las elites, subrayó Gallo, siguen aplicando la misma vieja (sólida) lógica maquiavélica, este mundo se convierte rápidamente en el paisaje ideal para una dictadura global ; y « es curioso que, quiéralo o no, nuestra sociedad parece estar forjando al esclavo ideal »
Me llevé esta imagen impactante del poder sólido inconmovible de las calles elegantes de Brera en Milán a la Piazza della Signoria en Florencia, el alma mater del Renacimiento. La Piazza della Signoria –donde quemaron a nuestro monje salafista a fines del Siglo XV– alberga ahora un museo Gucci, una oda espléndida a la cultura del consumo conspicuo que está inextricablemente ligada al turbocapitalismo.
Todo es dinero... el arte también
Cerca, en el Pallazzo Strozzi, había reservado una visita a Dinero y Belleza : banqueros, Botticelli y La Hoguera de las Vanidades, una exposición extraordinaria que explica cómo el sistema bancario moderno se desarrolló paralelamente al Renacimiento, y cómo tuvo lugar la interacción de la alta finanza, la economía y el arte (es el tema de otro artículo). Después de la exposición me obsesionó aún más la pregunta: ¿y si las elites sólidas contemporáneas en la demencia de su desmesura comenzaran repentinamente a ser invadidas por los desechos de la modernidad líquida? ¿Sin un Botticelli para ilustrar esta nueva Hoguera de las Vanidades, solo subida a You Tube?
Tengo mi respuesta a «Ocupa Wall Street»
Es de nuevo 1968.
Italia – en toda su característica complejidad estéticamente agradable es tan absorbente que es fácil que te haga olvidar el resto del mundo. Bueno, el New York Times no tuvo esa excusa cuando ignoró Ocupa Wall Street, que había tenido lugar durante días enteros en su propia ciudad. Pero ahora todo el mundo lo ve, y «Ocupa Wall Street» se está convirtiendo rápidamente en un movimiento a escala nacional en EE.UU.
Y por mucho que los que representan a un 99% de la población estadounidense, pacíficos, inofensivos despojos de la modernidad líquida estén furiosos y no se sientan inclinados a seguirla aceptando, las elites sólidas no tienen, predeciblemente, la menor idea de lo que está pasando.
Pero no cabe duda; el temor comienza a carcomer sus almas. Es visible en la manera en que los políticos y sus socios de los medios corporativos ridiculizan a los manifestantes como «movimiento anquilosado», un montón de « locos » o peor todavía, « criminales ».
¿Te recuerdan a un «criminal» estas caras?
En una entrevista con RT [Russia Today], el experto en el sistema mundial Immanuel Wallerstein, subrayó : «Desde entonces vivimos en las secuelas de 1968, por doquier». (Ver aquí) Sí, «Ocupa Wall Street» es un nieto de mayo de 1968, como en «sé realista, exige lo imposible».
Por lo tanto no fue ninguna sorpresa que precisamente el Elvis de la filosofía, el gran maestro esloveno Slavoj Zizek, hijo intelectual de mayo de 1968, haya salido a la Plaza Yahrir de Nueva York el domingo pasado para formular la (nueva) ley. Mientras almorzábamos, Gallo y yo también hablamos sobre Zizek ; comentamos que es uno de los pocos intelectuales públicos que todavía nos hace reír, y pensar. Zizek dijo :
« No somos comunistas si comunismo significa el sistema que se derrumbó en 1990. Recuerden que los comunistas actuales son los capitalistas más eficientes e implacables. En China actual, tenemos un capitalismo que es aún más dinámico que el capitalismo estadounidense, pero no necesita democracia, lo que significa que cuando critiquen al capitalismo, no permitan que los chantajeen diciendo que están contra la democracia. El matrimonio entre democracia y capitalismo se acabó. »

Para complementar ese misil Hellfire conceptual, Zizek agregó:
«El único sentido en el que somos comunistas es que nos interesa lo que es común. Lo que es común en la naturaleza; lo que es común en lo que está privatizado por la propiedad intelectual; lo que es común en la biogenética. Debemos luchar por esto y solo por esto. El comunismo fracasó absolutamente. Pero los problemas de lo común están presentes.»

Les dicen que aquí no somos estadounidenses. Pero los conservadores fundamentalistas que afirman que son realmente estadounidenses tienen que ser recordados de algo. ¿Qué es el cristianismo? Es el espíritu santo. ¿Qué es el espíritu santo? Es una comunidad igualitaria de creyentes unidos por el amor del uno por el otro, y quienes solo tienen su libertad y su responsabilidad para hacerlo. En este sentido, el espíritu santo está ahora y aquí, y allá en Wall Street hay paganos que adoran ídolos blasfemos. Por lo tanto todo lo que necesitamos es paciencia ».

¿Cómo es eso, que los realistas exijan lo imposible, que los despojos de la modernidad líquida denuncien las mentiras y crímenes de las elites sólidas ? No pude evitar que me emocionara esa conexión Florencia-Nueva York ; el nacimiento –tal vez– de un nuevo humanismo ¿Las semillas de nuestro neo-Renacimiento?

Contra todas las adversidades, en todo su modo gloriosamente descentralizado, «Ocupa Wall Street» parece ofrecer por lo menos una hoja de ruta global para la Lucha contra el Poder. Estoy seguro de que el Buda de Peshawar lo aprobaría, porque también implica luchar contra las guerras del Poder. Como dice Zizek : «sabemos que a menudo deseamos algo pero no lo queremos realmente. No tengan miedo de querer realmente lo que deseen». Amos autonombrados del Universo, tengan miedo. Tengan mucho miedo.

traducido de Liquid modernity, solid elites By Pepe Escobar

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